En la postal de la vida allí esta ella, maná de esperanza, de virtud.
A veces retiro y a veces alegría, una diadema singular que vive en cada uno de nosotros, en un contexto peculiar: el mundo
Enriquecidas por idas y venidas
vertiginosos caminos que no dejan pensar,
para otros: tiempo,
enhebrando perlas que enlentecen nuestro andar....
Distintos procesos, que elegimos o no, todo está en las circunstancias.
Un telar tejido desde el mismísimo momento en que tomamos un folio, se parece mucho
a las gloriosas cuarenta semanas…
Poesía mecida en arcos que despuntan como el amanecer.
R úbrica nocturna o diurna que modula melodías multiformes.
O jos que observan gotas de rocío acunándose en pétalos.
J azmín del aire trepando caricias inesperadas.
O teo de lo necesario y ¿porque no? También de lo barroco.
S ilencios necesarios que cobijan nuestra libertad.
Sandra Taragán
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