sábado, 18 de julio de 2020

Pluma fértil




Obra de la poetisa y amiga muy querida Teresa del Valle Drube

Escribía en las paredes, en los espejos de su habitación

en la tregua de los parques, en cajas de fósforos…
sellaba besos en las esquinas de los tapetes.
Pluma fértil no descansaba ni quería,
sonreía  degustando un café
dando giros con la cuchara en los pocillos de café
y mientras tanto balbuceaba canciones de amor.
El espacio de tiempo que le sobraba era en la rosaleda
se sentaba aspirando el aroma floral…
Observaba las aves dando brincos de libertad
y el embriagante perfume de ser quién es
resplandeciendo en su entorno por ser única
entera y auténtica, en su jardín…

Sandra Taragán- Vicairot





martes, 14 de julio de 2020

Peregrino




El beso que nunca di camina distante  de los peatones grises
Se cuela alegre entre las hojas de los arboles
Le hace un guiño a la niña que juega con algodones de azúcar en la plaza
Cruza un jardín de girasoles
dando brincos con las aves que gozosas surcan naranjas de cielo
Ese beso acaricia las nubes en otoño
Es verbo, adjetivo y sustantivo a la vez
porque no es palabra para pronunciar sino mano para dar…
me recuerda a los versos que escribo cuando
paseo por la calle iluminada por destellos de paz…
Es peregrino, no obstante a veces descansa
para observar la lluvia mansa cuando cae
escuchar  el crujir de hojas secas
y empaparse el alma de júbilo.
Y así seguimos él y yo sellando teclas en un piano de vivencias…

Sandra Taragán- Vicairot


domingo, 12 de julio de 2020

Extravío


“Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra”.Homero

Se perdió. Se hundió en la ciénaga de la hipocresía,
la comunidad actúa como si no pasara nada…
Una mujer llora cubriendo su atuendo de lágrimas azules rodando por el piso,
como cuentas  desparramadas en la alfombra  junto a una chimenea.
Un arlequín emite una carcajada erizando la piel de quienes la escudriñan.
La soberbia sube una escalinata de madera…
Algunos dicen la verdad tarda pero llega y… resignados se recuestan en un sillón, un suspiro y ya!
“Nada nuevo bajo el sol” sigamos en esta farsa que todo lo que aprendí, no cuenta.
Un “Cambalache” situado en la cúspide del disfraz de un burlón, pintando su antifaz de brillos y risotadas.
Este cuento no termina, la última palabra no la tenemos ni tú ni yo, estamos cerca.
Deja que fluyan las risotadas…

Sandra Taragán – Vicairot

miércoles, 8 de julio de 2020

Barco quieto




Soy la nube que cubrió tu mirada cuando observas
Y el viento que sopló fuerte
despabilando tu privación de amor
durante años…

El beso que te negaste por la traición
que congeló tus ganas,
y convirtió tu fuego en hielo seco.

Solo tú puedes salir de la reclusión voluntaria,
tejida en pesadillas envueltas en desamor
te esperan:
caricias apresadas en las vertebras del piano
que tú mismo diseñaste,
cuando aún amabas.

Abre el baúl de miedo,
quiebra las bisagras cubiertas de herrumbre
perforando dudas inútiles que te conducen a la NADA.

Estás dormido frente al amanecer,
donde todo florece
y los pájaros preparan sus remos,
 para iniciar un nuevo vuelo.

¿Hasta cuándo serás navío indolente?

Sandra Taragán- Vicairot

sábado, 4 de julio de 2020

ABRIL


Nacida para sortear dificultades
delineando una sonrisa y brindar “’ángel” al poeta
Golpeas a mi puerta cada tanto
esparciendo tu estela de brillos
en mi habitación callada.
Me hablas de buques hundidos,
amores inconclusos, niñas felices, chiquillas con hambre…
Cantas a mi oído los pensamientos del anciano triste de la plaza,
apareces y velozmente te vas.
Galopas sobre mis folios: yo te entrego mi pluma
rasgando velos de lo furtivo
una lumbre camina por mi sangre y escribo.
No hay escapatoria, he estado distanciada de ti, “cosas de la vida”…
Un azul sube la escalinata de los imposibles,
Y vierto la espuma de un candil sobre la hoja vacía…
Un escape tibio de rutinas
soprano entre silencios,
hambre de muchos…
Estrella en bóvedas de letras, besos de abril
alianza de manos enlazadas para levantar al caído…
Besos, roces de abril…
Sandra Taragán- Vicairot

Mis estimados lectores la Revista de Marcela ha tenido la delicadeza de brindarme un galardón por este poema, un agradecimiento a esa gentil y querida página.


viernes, 26 de junio de 2020

UN HOYO EN EL TIEMPO PARTE CUATRO




Mi tarea en la oficina era engorrosa, entre carpetas, ordenadores y gente aplastada por la rutina, no obstante mis encuentros con mi amiga Lunadefuego, iban liberando cada vez más mi espíritu.
Llegaba a mi hogar y los tacones volaban por los aires, así como mis atuendos aburridos los que quedaban desparramados por cualquier lado, para dejar mi cuerpo emancipado de la selva de cemento en que vivía.

En una de esas tardes en que me encontraba, escuchando música relajante, sentí como el calendario de cuentas de colores cayó en el piso, me sobresalté y miré la fecha.

El combate de San Salvador, conducido por Juan de Garay, ya había acontecido.
Una respuesta al anterior combate de San Gabriel, con numerosas pérdidas para los charrúas pues tenían una ventaja de armamento, soldados y equinos.
Allí murieron doscientos de los principales Caciques como Zapicán y su sobrino Abayubá (de quien se dice que murió atravesado por espadas mientras mordía la rienda de un caballo, tratando de voltearlo).

En una vieja estantería, tenía una figura de Artigas realizada en cobre, que había adquirido en un mercado a muy bajo precio, el prócer portaba un cayado y su imagen era la de un anciano con la mirada perdida.

Todavía recordaba como este pequeño- gran hombre había dirigido una misiva al Sr. Don José de Silva:”encargo de usted que mire y atienda a los infelices pueblos de indios (...) yo deseo que los indios en sus pueblos se gobiernen por sí, para que cuiden de sus intereses como nosotros de los nuestros. Así experimentarán la felicidad práctica y saldrán de aquel estado de aniquilamiento a que los sujeta la desgracia. Recordemos que ellos tienen el principal derecho, y que sería una degradación vergonzosa, para nosotros, mantenerlos en aquella exclusión vergonzosa que hasta hoy han padecido, por ser indianos.”

El ilustre representante de valores había cultivado una estrecha amistad con el Cacique Vaimaca.

Tal vez en su contemplación perdida, recordaría esa amistad?
Sin duda que sí.

Faltaban unos pocos ciclos lunares para la batalla “Salsipuedes”
Los aborígenes fueron convocados a esa cruzada, por el Gral. Rivera en aquel entonces Presidente de la República Uruguaya aduciendo que los necesitaban nuevamente "para defender a la patria". Allí mataron a 150 guerreros charrúas, huyendo unos 100, que quedaron dispersos, y tomando prisioneros a los heridos, a todas las mujeres y niños que estaban esperando algo alejados de la batalla.

Con prisa, fui hasta el campamento, ese era quizás…mi último encuentro con It-guidaí, ella estaba puliendo unas puntas de cuarzo para luego confeccionar las flechas que eran
utilizadas para la defensa.
Casi no eran necesarias las palabras para comunicarnos.
Me senté a su lado y contemplé con cuanta habilidad hacía su tarea.
- Lunadefuego, estaré cerca.
- Lo sé Hue.
- Me obsequió una de las piedras y la guardé en mi bolso. Y…volví a mi hogar. No podía cambiar la Historia.
Lueg
o de la batalla “Salsipuedes”.
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Son expuestos a la curiosidad pública en el Nro. 19 de la calle Chaussé D´Antin, en el distrito 9 de París. Allí se "recrea" un supuesto ambiente natural y, con el objeto de darle mayor sensacionalismo a la presentación, se les obliga a comer carne cruda (solo se les alimentaba a la hora que concurría el público) En principio De Curel cobra 5 francos la entrada, pero prontamente debe rebajarla a 2 francos.

Tras décadas de "olvido" oficial, en los años 90´(del siglo XX) se iniciaron las gestiones tendientes a su repatriación a suelo uruguayo, la tierra de sus orígenes, la de sus tribus, sus ascendientes, la que los vio nacer y crecer hasta caer en ignominioso cautiverio.
A continuación transcribo un pedido del Edil AUGUSTO ESQUIVEL
Señor Presidente: Hagamos un montículo de piedras en la zona en que seguramente hubieran fallecido en paz y tengámoslo como memorial de una página triste de nuestra historia que luego de 170 años viene a traernos un poquito más de dignidad y paz con nosotros mismos
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Golpean a mi puerta, una mujer aborigen, con un niño en sus brazos, me dice:
- “que rara es tu toldería Hue”.
No intentes razonarlo.

Sandra Taragán – Vicairot