jueves, 7 de mayo de 2020

ANTORCHAS




Sembraré un camino de antorchas
En el medio del océano para que regreses a mí
Cuando despiertes.

Es allí un lugar lúgubre? No lo creo.
He recorrido de puntillas aquel viejo libro
que leíamos juntas y escuchábamos a Cortázar.

Tú me preguntabas sobre temas de los que jamás
te habías ocupado.
Anhelosa de conocimiento estabas.

De niña habías recibido una tunda
por acercarte  a una iglesia.
Buscabas respuestas…no fuiste comprendida.

Nuestras vías se juntaron, en el recodo de interrogantes
e increíblemente me tocaba a mí en este caso,
contestarlas…

Heredé tu naturaleza ávida, hambrienta, casi caníbal
por saber y entender.

Las respuestas, no estaban allí en aquellas construcciones
de mármol, llenas de imágenes y cirios.
Recuerdas aquel viejo manual, que usé para el liceo?
En que estudié el Cantar de los cantares, estaban allí.

Y mi naturaleza racional, me empujó a la fé
increíble no? Encendía el televisor y las noticias
me llevaron al mismísimo meollo del asunto.

Constatando que lo que estaba aprendiendo
no iba a poder, hablarlo con cualquier persona porque…
se oponía a todas las tradicionales costumbres de este mundo.

Pero con la sensatez de cotejar cada texto las conclusiones emergían
y ya no podía negarlas.

Y así seguí el camino.

Sandra Taragán -Vicairot


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