El retorno.
Vuelvo al hogar de
antiguos pasos
Quebradizo el aliento
de rostros de mármol en la urbe
Falta de amor se
palpa en el paramo de cemento
Paso sereno el mío:
vuelvo a la cocina a leña
al sencillo vestir
a la risa espontánea
de los niños
al mar sereno o
bravío el autentico, veraz, como mis latidos
Como mi mirada …
Siento paz, cada
sendero transitado es con coraje y amor
Amor del bueno,
frágil caricia que me envuelve el alma
cuando toco las ramas
del “llorón” que acuñó mi infancia
mi primer beso y mis
me quiere, no me quiere que deshojé bebiendo alegría.
Regreso porque el
amor existe, porque es mi verdad
No me despedí de
nadie ¿para qué?
Son de piedra,
Vacíos, como los
santos que invocan.
Regreso al lodo
descalza
flor silvestre que
retoma su andar…
Sandra Taragán-
Vicairot
La página literaria "Café cubano más tú y yo"
ha tenido el bello gesto de otorgarme este galardón, un agradecimiento a este grupo de escritores maravilloso con el cual me siento muy a gusto.
La página literaria "Café cubano más tú y yo"
ha tenido el bello gesto de otorgarme este galardón, un agradecimiento a este grupo de escritores maravilloso con el cual me siento muy a gusto.
Amiga mía, que maravillosos versos, con lo que me encanta la vida de campo, las callecillas de greda, ¡ahh!Esta poesía es como si la hubieras escrito para mi, un cariñoso abrazo.
ResponderEliminarHola Ma gloria, sin duda la vida de campo es maravillosa donde se disfruta realmente la naturaleza, abrazos a ti y a México querido!
ResponderEliminarDetesto el cemento y más el bullicio y aglomeración de gente amiga, por eso vivo alejada de la ciudad desde hace algunos años, rodeada de verde, me fascina el campo. Besos.
ResponderEliminarSin duda en la ciudad uno pierde de vista, el sonido de los pájaros y lo maravilloso del contacto con la naturaleza que brinda a manos llenas sin pedirnos nada a cambio, cariños !
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